Las salidas a bolsa de las SPAC sobrepasan las salidas a bolsa tradicionales (OPV), llegando a las 300 SPAC en lo que llevamos de año. 

Las SPACs son empresas que no tienen actividad sino que salen al mercado para comprar después otra compañía – también se las conoce por »compañías de cheque en blanco»-.

Según un informe de la gestora Schroders, entre 2003 y 2019, salieron a bolsa una media anual de 17 SPAC, lo que supone un total de 272 en ese periodo.

En 2020, se registró un récord ya que 248 empresas de este tipo salieron al mercado. Pero la euforia no termina aquí, en el primer trimestre de 2021 ya se ha superado esta cifra.

El total de las 300 SPAC salidas a bolsa este año han recaudado unos 93.000 millones de dólares (más que en todo el 2020).

Ahora bien, no todos los inversores que entran en estos proyectos se benefician, es más pueden resultar muy perjudicados. 

Los inversores que compran en el lanzamiento, pero no las canjean en la fusión, y los que adquieren las nuevas acciones en la fusión son claros perdedores ya que los precios de este tipo de empresas están aún más inflados que los precios de las tradicionales OPV.

Por ejemplo, el fabricante de baterías para coches eléctricos Romeo Power (NYSE:RMO)  anunció una SPAC en octubre, preveía unas ventas para 2021 de 140 millones, con un crecimiento del 59% en cinco años consecutivos. Pero al final del primer trimestre, rebajó sus previsiones para 2021 a 18 millones. El precio de cotización ha caído más de un 75% desde el máximo.