Si algo está trayendo este 2022 a nivel bursátil, además de la caída de las grandes tecnológicas, es que los flujos de capital se están reorientando hacia el mercado de las materias primas.

Y es que no existe materia prima que no haya visto incrementados sus precios a lo largo de este 2022. Así pues, materias primas como el trigo, el paladio y el petróleo (sobre todo el barril de Brent), han visto incrementados sus precios a máximos históricos, con las consiguientes subidas en bolsa de empresas dedicadas a su explotación.

Por otro lado, también el gas, el uranio y hasta el aceite, están experimentando un rally alcista tras años de precios muy estables y relativamente bajos.

Entre las causas de estas increíbles subidas encontraríamos una progresiva desglobalización, y búsqueda del autoabastecimiento (sobre todo energético) fruto, tanto de la invasión rusa sobre Ucrania, como de los parones que aún hoy se están experimentando en toda la cadena de suministros a consecuencia del Covid-19.