La Inteligencia Artificial ha empezado a usarse para ofrecer un servicio que afecta a muchas empresas con aplicaciones digitales .

La web de Guard utiliza un algoritmo de IA para leer los interminables términos de uso y las enrevesadas  políticas de privacidad de muchas apps, como Instagram o Twitter. El objetivo es detectar sus «secretos ocultos» y advertir a los usuarios de los posibles riesgos. Así, este sistema puntúa el texto analizado y emite una recomendación.

Por ejemplo, en el caso de Instagram, Guard recomienda directamente «evitar» la app, porque en su política de privacidad, indica que no puede garantizar la seguridad de las informaciones que se transmitan a la aplicación.