La liquidez es la cualidad de una inversión para hacer posible su transformación inmediata en efectivo. Para los activos financieros, la liquidez es directamente proporcional a su volumen de negociación, es decir, a la frecuencia y cantidad de operaciones del instrumento en cuestión. Además, también depende de su spread, que es la diferencia entre el precio de compra y de venta de un activo. A mayor volumen y menor spread, en la venta instantánea de un activo, el precio de la operación se ve menos afectado en su conversión en efectivo.

¿Qué es la liquidez?

La liquidez es la capacidad que tiene un activo financiero de convertirse en efectivo con la mayor inmediatez posible sin que haya un desgaste con respecto de su precio. Depende principalmente de dos factores: volumen de negociación y spread. A mayor volumen y menor spread, la diferencia entre el efectivo obtenido y el precio del activo es menor. Y, del mismo modo, a mayor liquidez contextual de un mercado, mayor número de transacciones. y viceversa.

La liquidez es la cualidad de una inversión para hacer posible su transformación inmediata en efectivo. Depende principalmente del volumen de negociación y del spread del activo en cuestión.

Este concepto es fundamental para aprovechar las oportunidades al máximo sin correr riesgos excesivos, y, de hecho, es crucial ya que porque la capacidad para cumplir con las obligaciones financieras a corto plazo depende de forma insoslayable de él. En consecuencia y como es obvio, el dinero en efectivo es el activo más líquido de todos.

¿Qué es el grado de liquidez?

El grado de liquidez se refiere a la rapidez con la que un activo puede venderse o intercambiarse por otro activo. Un activo más líquido se puede vender más rápidamente y con menor riesgo de pérdida en el proceso. El dinero en efectivo es el activo más líquido, ya que puede ser fácilmente intercambiado por otros activos en cualquier momento.

Ratio de liquidez = activos corrientes / pasivos corrientes

Para una empresa o persona, la liquidez es la capacidad de cumplir con sus obligaciones a corto plazo. La forma más efectiva de calcular el ratio de liquidez de una empresa es dividir los activos corrientes (recursos más líquidos) entre los pasivos corrientes (deudas a corto plazo). Si el resultado es mayor que uno, significa que la entidad puede afrontar sus deudas con la cantidad de dinero líquido disponible en ese momento. Si el resultado es menor que uno, la entidad no tiene suficiente liquidez para cubrir esas deudas. El siguiente paso para una empresa es analizar su solvencia, que se refiere a la capacidad de cumplir con sus obligaciones a largo plazo.

¿Qué significa que un mercado sea líquido?

Un mercado líquido es aquel en el que los activos pueden comprarse y venderse rápidamente sin causar un impacto significativo en el precio del activo. En un mercado líquido, hay una gran cantidad de compradores y vendedores dispuestos a negociar, lo que facilita la ejecución de transacciones con mínimas fluctuaciones de precio. Esto reduce el riesgo de pérdida para los participantes del mercado, ya que pueden convertir sus activos en efectivo de manera eficiente y con costos de transacción bajos.

Diferencia entre liquidez y solvencia

La liquidez y la solvencia son dos concepto distintos relacionados con la salud de una persona o empresa. La solvencia es la capacidad que una persona o entidad tiene para cumplir con sus obligaciones a largo plazo y, por tanto, de mantener sus operaciones y pagar sus deudas. La solvencia se mide a través de ratios con los que se puede saber si una entidad dispone de activos y flujos de ingreso suficientes para cumplir con todos sus compromisos:

  1. Ratio de endeudamiento = pasivos / activos
  2. Ratio de cobertura de intereses = activo circulante / pasivo circulante

Mientras que la liquidez, en el mismo contexto, es la capacidad de una empresa o persona para cumplir con sus obligaciones a corto plazo, es decir, pagar sus deudas y compromisos inmediatos. En resumen, la liquidez se centra en la capacidad de cumplir con las obligaciones inmediatas, mientras que la solvencia se enfoca en la capacidad de cumplir con las obligaciones a largo plazo.

Referencias

Diccionario financiero

Investopedia – Liquidity