Posiblemente en más de una ocasión hayas estado siguiendo un valor y… ¡sorpresa! Cerró a un precio pero abrió a un precio 2 o tres puntos por encima o por debajo. Que lástima no haber estado dentro, pues ha ocurrido un GAP financiero.

Pero, ¿Qué es un GAP financiero?, ¿Qué tipos de GAPs existen?, y ¿Por qué se producen?. A continuación, te revelamos las claves para que aprendas a interpretarlos.

¿Qué es un GAP financiero?

Como ya hemos comentado, un GAP financiero o hueco en la cotización, es la diferencia de precio que ocurre en el valor de una acción entre el cierre de una sesión y el principio de la siguiente.

De esta forma, en función de cómo sea la tendencia, pueden ser:

  • Gaps alcistas: Esto significa que el precio aparece considerablemente más alto que el precio de ese mismo activo con el que cerró la sesión anterior.

  • Gaps bajistas: Sería justo lo contrario. Cuando el precio aparece algo más bajo, que el precio al que cerró la sesión anterior.

Si quieres también te damos las claves para entender qué es un GAP financiero en este vídeo:

¿Cuándo se produce un GAP?

Imaginemos que una persona quiere vender un cuadro por 100€. De repente aparece un comprador que ofrece 90€, al poco otro 100€, y un poco más tarde otro 110€. Cómo al vendedor le interesa venderlo por el máximo precio posible, pasará de que querer venderlo por 100€ a 110€ al nuevo comprado. Así pues, salvando la volatilidad propia de la bolsa, esta es la razón por la que se produce un Gap financiero.

Cuando el mercado cierra, las órdenes se siguen acumulando, y a la apertura del mismo puede que haya más órdenes de compra que de venta. En ese momento, nos aparecería un GAP alcista, ya que hay más compradores que se quieren hacer con esa acción, que personas dispuestas a venderla, lo que fuerza irremediablemente al alza el precio del activo.

Sin embargo, al cierre del mercado, puede ocurrir justo lo contrario, que por una serie de motivos, haya más personas dispuestas a vender que a comprar, en ese caso pasaría justo lo contrario, es decir, un GAP bajista. Como para cada persona que vende siempre debe haber una que compre (y al revés), el hecho que haya más agentes interesados en vender que en comprar, fuerza el precio a la baja, hasta que se alcanza el punto de equilibrio.

En definitiva, los GAPs simplemente ocurren porque cuando el mercado está cerrado, los inversores siguen operando, y si se acumulan demasiadas operaciones (de compra o venta) sin contraparte, aparecerán los GAPs para buscar el precio de equilibrio.

¿Por qué ocurren los GAPs?

Para poder responder a esta pregunta, vamos a enfocarla en función de si los GAPs son alcistas o bajistas, ya que la bolsa se rige por la Ley de la oferta y la demanda:

  • GAPs alcistas: Suelen ocurrir porque se ha dado una buena noticia inesperada. Tal vez una presentación de resultados buena e inesperada, la asignación a un país de un evento de masas (mundial de fútbol, JJOO…), o en general una valoración positiva del mercado.

  • GAPs bajistas: En este caso ocurrirán por eventos externos o internos que afectarán a la empresa de forma negativa. Por ejemplo, un atentado, una subida de tipos de interés, un escándalo relacionado con la directiva de la empresa o unos resultados no tan buenos como se esperaban…

Sean en una dirección o en otra, el mercado siempre tiende a reaccionar de forma excesiva ante una noticia, por lo que las órdenes se acumulan y acaban apareciendo los GAPs.

¿Qué tipos de GAPs existen?

  • Gaps comunes: Se les llama así, porque son los más recurrentes, y no aportan mucho valor. Simplemente ante una noticia de mínimo impacto, por ejemplo, la repartición de dividendos, se abre un hueco en el precio que tenderá a cerrarse a las pocas sesiones. A este tipo de GAPs, también se les conoce como GAPs mentirosos, pues, aunque parece que van a mostrar un cambio de tendencia o una aceleración, al final se quedan en nada. Además, a nivel técnico aportan poca información.

  • GAP de ruptura: Este gap se produce cuando el precio de un valor mantiene una tendencia sostenida durante un periodo de tiempo y de repente aparece un gap que rompe la tendencia y empieza a cambiar. La clave para identificar estos GAPs es que aparezcan con mucho volumen, mayor del habitual. Por este motivo, también se les llama GAPs chispa.

  • GAP de continuación: También llamados GAPs de velocidad. Este tipo de GAPs aparecen al comienzo, o incluso a mitad de una tendencia para respaldarla. De repente, el número de personas que quiere adquirir esa acción es tan alto, que el precio se acelera tanto, que marca un hueco entre el cierre y la siguiente apertura. . Una vez más, la clave para identificarlos es que muestren un volumen alto.

  • GAP de agotamiento: Esta situación es similar al GAP de ruptura, pero con algunos matices. En un gap de agotamiento, podemos ver que una tendencia está llegando a su fin, y es entonces cuando se produce este gap. En otras palabras, no va contra la tendencia, sino que es el remate final para ella. Podemos distinguirlo porque en este caso el precio está agotado, por lo que suele tener poco volumen.

¿Cómo interpretar un GAP financiero?

Realmente existen varias estrategias en función del tipo de GAP que creamos que se ha generado, desde ponerse corto en un GAP de agotamiento, hasta comprar según tendencia en un GAP de velocidad.

Sin embargo, como siempre hemos argumentado en nuestro curso de bolsa de Eurekers, no debemos perder el tiempo mirando estos gráficos, pues nadie sabe que va a hacer mañana el mercado.

Precisamente por este motivo, lo mejor siempre será que apostemos por una estrategia coherente y con sentido común, siempre protegidos con nuestros stoploss, y no hacer ni caso a que mañana aparezca un GAP de agotamiento, o de velocidad.

Solo las estrategias basadas en el sentido común son las que a largo plazo pueden resultar ganadoras, por mucho análisis técnico y presciencia que queramos aplicar. En definitiva, no debemos asustarnos ni sentir codicia cuando veamos aparecer estos huecos, no son oportunidad de nada. Simplemente es importante saber que es un GAP, algo corriente, tan solo una alteración ordinaria de mercado más, para que así podamos operar con tranquilidad e independencia a ellos.