Los valores financieros son instrumentos financieros fungibles y negociables que poseen algún tipo de interés monetario. Un valor puede representar propiedad en una empresa en forma de acciones, una relación de un acreedor con un organismo gubernamental, una empresa representada por la posesión de bonos o derechos de propiedad representados por una opción de compra.

¿Qué son los valores en resumen?

  • Los valores son instrumentos financieros fungibles y negociables que se utilizan para obtener capital en los mercados públicos y privados.
  • Existen principalmente tres tipos de valores: los de capital, que proporcionan derechos de propiedad a los titulares; los de deuda, que son esencialmente préstamos reembolsables con pagos periódicos; y los híbridos, que combinan aspectos de la deuda y capital.
  • La venta pública de valores está regulada por la Comisión de mercado de valores del país en el que se opera. En España es la CNMV y en EEUU la SEC.
  • Las organizaciones de autorregulación, como la NASD, la NFA y la FINRA en EEUU, también desempeñan un papel importante en la regulación de los valores.

Los valores financieros en profundidad

Aunque la primera bolsa de valores data del siglo XVII, la mayoría de regulaciones estatales se desarrollaron en el siglo XIX y el XX. Por lo general, esas leyes obligan a que todo aquel que desee vender contratos de inversión al público debe publicar cierta información sobre la oferta propuesta, la empresa haciendo la oferta y las principales cifras de dicha empresa. Estos requisitos tienen por objeto proteger al público inversor de las prácticas de comercialización engañosas o erróneas. La empresa y sus figuras destacadas son estrictamente responsables de cualquier inexactitud en sus estados financieros, ya sea intencionada o no. La regulación del mercado de valores acabó propiciando la aparición de las Comisiones del mercado de valores.

Aunque el término «valor» se asocia comúnmente con acciones, bonos y herramientas similares, en Estados Unidos una sentencia del Tribunal Supremo sentó jurisprudencia y amplió notablemente la noción. En el caso Howey vs. SEC (1946), el tribunal consideró que la venta de tierras y servicios agrícolas por parte de un querellante constituía un «contrato de inversión«, aunque no hubiera rastro de acciones o bonos.

Este caso estableció la prueba Howey de cuatro puntas, que establece que las inversiones pueden ser reguladas como valores si:

1.Hay una inversión de dinero.
2.La inversión se realiza en una empresa común.
3.Los inversores esperan obtener un beneficio de su inversión.
4.Los beneficios o rendimientos esperados se deben a la actuación de una tercera parte o promotor.

Según esta norma, no importa si una oferta de valores se formaliza con un contrato legal o con certificados de acciones; cualquier tipo de oferta de inversión puede ser un valor. En varias ocasiones, los tribunales han aplicado provisiones de valores sobre bienes poco convencionales como whisky, castores y chinchillas. En los últimos años, en EEUU, la SEC también ha intentado hacer cumplir la normativa contra emisores de criptomonedas y tokens no fungibles (NFT).

Tipos de valores financieros

Los valores pueden clasificarse en dos tipos distintos: acciones y deudas. Sin embargo, existen valores híbridos que combinan elementos de ambos tipos.

Valores de renta variable

Los valores de renta variable representan la participación de los accionistas en una entidad (una empresa, una sociedad o un fideicomiso), realizada en forma de acciones de capital, que incluye acciones ordinarias y preferentes.

Los titulares de valores de renta variable no suelen tener acceso a pagos regulares -aunque los valores de renta variable suelen repartir dividendos-, pero pueden beneficiarse de las ganancias de capital cuando venden los valores (suponiendo que estos hayan aumentado su valor).

Los valores de renta variable dan derecho a su propietario a cierto control de la empresa a prorrata a través del derecho a voto. En caso de quiebra, sólo participan en el interés residual después de que se hayan pagado todas las obligaciones a los acreedores. A veces se ofrecen como pago en especies.

Títulos de deuda

Un título de deuda representa dinero prestado que debe ser devuelto, con condiciones que estipulan el tamaño del préstamo, el tipo de interés y la fecha de vencimiento o renovación.

Los títulos de deuda, entre los que se incluyen los bonos del Estado y de empresas, los certificados de depósito (CD) y los valores garantizados (como las CDO y las CMO), generalmente dan derecho a su titular al pago regular de los intereses y al reembolso del principal (independientemente del rendimiento del emisor), junto con cualquier otro derecho contractual estipulado (que no incluye los derechos a voto).

Suelen emitirse por un plazo fijo, al final del cual pueden ser rescatados por el emisor. Los títulos de deuda pueden estar garantizados (respaldados por una garantía) o no garantizados y, si están garantizados, pueden tener prioridad contractual sobre otra deuda no garantizada y subordinada en caso de quiebra.

Valores híbridos

Los valores híbridos, como su nombre indica, combinan algunas de las características de los valores de deuda y de los valores de renta variable. Algunos ejemplos de valores híbridos son los «equity warrants» (opciones emitidas por la propia empresa que dan a los accionistas el derecho a comprar acciones en un plazo determinado y a un precio específico), los bonos convertibles (bonos que pueden convertirse en acciones ordinarias de la empresa emisora) y las acciones preferentes (acciones de la empresa cuyos pagos de intereses, dividendos u otros rendimientos del capital pueden tener prioridad sobre los de otros accionistas).

Aunque las acciones preferentes se clasifican técnicamente como títulos de capital, a menudo se tratan como títulos de deuda porque «se comportan como un bono«. Las acciones preferentes ofrecen un tipo de dividendo fijo y son un instrumento popular para los inversores que buscan ingresos. Son, esencialmente, un valor de renta fija.

Valores derivados

Un derivado es un tipo de contrato financiero cuyo precio está determinado por el valor de algún activo subyacente, como una acción, un bono o una materia prima. Entre los derivados más negociados están las opciones de compra, que ganan valor si el activo subyacente se aprecia, y las opciones de venta, que ganan valor cuando el activo subyacente pierde valor.

Valores respaldados por activos

Un valor respaldado por activos representa una parte de una gran “bolsa” de activos similares, como préstamos, arrendamientos, deudas de tarjetas de crédito, hipotecas o cualquier otra cosa que genere ingresos. Con el tiempo, el flujo de liquidez de estos activos se agrupa y se distribuye entre los distintos inversores.

Otro tipos de valores financieros

Valores certificados

Los valores certificados son aquellos representados en forma física, en papel.

Los valores también se pueden mantener en un sistema de registro directo, que registra los cambios en las acciones en forma de anotaciones contables. En otras palabras, un agente mantiene las acciones en nombre de la empresa sin necesidad de ningún certificado físico.

Las tecnologías y políticas modernas han eliminado, en la mayoría de los casos, la necesidad de certificados y de que el emisor mantenga un registro completo de valores. Se ha desarrollado un sistema en el que los emisores pueden depositar un único certificado general que representa todos los valores en circulación en un repositorio universal conocido como Depository Trust Company (DTC). Todos los valores negociados a través de DTC se mantienen en formato electrónico. Es importante señalar que los valores certificados y no certificados no difieren en cuanto a derechos o privilegios tanto del accionista como del emisor.

Valores al portador

Los valores al portador son aquellos que son negociables y dan acceso al accionista a los derechos del valor. Se transfieren de inversor a inversor, en algunos casos mediante endose y entrega. Desde el punto de vista de la propiedad, los títulos al portador anteriores a la emisión electrónica estaban siempre divididos, lo que significa que cada título constituía un activo separado, jurídicamente distinto de otros de la misma emisión.

Dependiendo de la práctica del mercado, los activos de valores divididos pueden ser fungibles o (más raramente) no fungibles. En este sentido, un prestatario puede devolver activos idénticos o bien activos específicos equivalentes al final del préstamo. En algunos casos, los valores al portador pueden utilizarse para ayudar a la evasión fiscal, por lo que a veces pueden ser vistos negativamente por los emisores, los accionistas y los organismos de regulación fiscal.

Valores registrados

Los valores registrados llevan el nombre del titular y otros detalles necesarios registrados por el emisor. Las transferencias de valores registrados se producen a través de modificaciones en el registro. Los títulos de deuda registrados son siempre indivisibles. Esto significa que toda la emisión constituye un único activo, siendo cada título una parte del conjunto. Los valores indivisibles son fungibles por naturaleza. Las acciones del mercado secundario también son siempre indivisibles.

Valores de gabinete

Los valores de gabinete cotizan en una bolsa financiera importante, como la NASDAQ, pero no se negocian activamente. Mantenidos por una multitud de inversores inactivos, es más probable que sean un bono que una acción. El «gabinete» se refiere al lugar físico donde históricamente se almacenaban los órdenes de bonos fuera del piso de negociación. Los gabinetes solían contener órdenes limitadas, y las órdenes se mantenían en mano hasta que vencían o se ejecutaban.

Cómo negociar valores financieros

Los valores que se negocian públicamente cotizan en bolsas de valores, donde los emisores pueden buscar cotizaciones de valores y atraer a los inversores garantizando un mercado líquido y regulado en el que negociar. Los sistemas de negociación electrónica informales se han hecho más comunes en los últimos años, y los valores se negocian ahora a menudo «en el mostrador», o directamente entre inversores, ya sea online o por teléfono.

Una oferta pública inicial (IPO) representa la primera venta importante de valores de una empresa al público. Después de una OPI, cualquier acción emitida, aunque todavía se venda en el mercado primario, se denomina oferta secundaria.

Por otra parte, los valores pueden ofrecerse de forma privada a un grupo restringido y cualificado en lo que se conoce como una colocación privada, distinción importante en términos de derecho de sociedades y de regulación de valores. A veces las empresas venden acciones en una combinación de colocación pública y privada.

En el mercado secundario, también conocido como mercado postventa, los valores simplemente se transfieren como activos de un inversor a otro: los accionistas pueden vender sus valores a otros inversores para obtener dinero en efectivo y/o plusvalías. El mercado secundario complementa así al primario. El mercado secundario es menos líquido para valores colocados de forma privada, ya que no son negociables públicamente y sólo pueden transferirse entre inversores cualificados.

Invertir en valores financieros

La entidad que crea los valores para su venta se conoce como emisor, y quienes los compran son, por supuesto, inversores. En general, los valores representan una inversión y un medio por el que los municipios, las empresas y compañías comerciales pueden obtener nuevo capital. Las empresas pueden generar mucho dinero cuando salen a bolsa, por ejemplo vendiendo acciones en una oferta pública inicial (OPI).

Los gobiernos municipales, estatales o condados pueden recaudar fondos para un proyecto concreto mediante la emisión de bonos municipales. Dependiendo de la demanda del mercado o precios de una institución, la obtención de capital a través de valores puede ser una alternativa preferible a la financiación mediante un préstamo bancario.

Por otra parte, la compra de valores con dinero prestado, acto conocido como compra en descubierto, es una técnica de inversión muy popular. En esencia, una empresa puede entregar derechos de propiedad, en forma de efectivo u otros valores, ya sea al inicio o por defecto, para pagar una deuda u una obligación con otra entidad. Estos acuerdos colaterales han aumentado últimamente, especialmente entre los inversores institucionales.

Regulación de los valores financieros

En España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) regula la oferta pública y la venta de valores.

Las ofertas públicas, las ventas y las transacciones de valores deben registrarse y archivarse en los departamentos de valores estatales de la CNMV. Las organizaciones autorreguladoras del sector de los brokers a menudo también adoptan posiciones reguladoras.

El Tribunal Supremo de EEUU en un caso de 1946 estableció una definición de «valor». En su sentencia, el tribunal deriva la definición de un valor basándose en cuatro criterios: la existencia de un contrato de inversión, la formación de una empresa común, una promesa de beneficios por parte del emisor y el uso de un tercero para promover la oferta.

Valores residuales

Los valores residuales son un tipo de valor convertible, es decir, pueden cambiar de forma, normalmente en acciones ordinarias. Un bono convertible, por ejemplo, es un valor residual porque permite al titular del bono convertirlo en acciones ordinarias. Las acciones preferentes también pueden tener la característica de convertible. Las empresas pueden ofrecer valores residuales para atraer capital de inversión cuando la competencia por los fondos es intensa.

Cuando el valor residual se convierte o se ejerce, aumenta el número de acciones ordinarias en circulación. Esto puede diluir el conjunto de acciones y también su precio. La dilución también afecta a las métricas de análisis financiero, como los beneficios por acción, porque los beneficios de una empresa tienen que dividirse entre un mayor número de acciones.

En cambio, si una empresa que cotiza en bolsa toma medidas para reducir el número total de sus acciones en circulación, se dice que la empresa las ha consolidado. El efecto neto de esta acción es aumentar el valor de cada acción individual. Esto se suele hacer para atraer a más inversores o más grandes, como los fondos de inversión.

¿Cuál es la diferencia entre las acciones y los valores financieros?

Las acciones o participaciones son un tipo de valor. Cada acción representa una propiedad fraccionada de una empresa pública, que puede incluir el derecho a voto de los directores de la empresa o recibir una pequeña parte de los beneficios. Hay muchos otros tipos de valores financieros, como los bonos, los derivados y los valores respaldados por activos.

Conclusión

Los valores financieros representan los contratos de inversión más comunes. Cuando se ahorra para la jubilación, la mayoría de las personas optan por colocar una parte de sus ahorros en valores de renta variable o de deuda. Estos mercados de valores también son importantes para el mercado en su conjunto, ya que permiten a las empresas obtener capital del público.