Algunos inversores analizan estos días cómo obtener la máxima rentabilidad por dividendo, ya que algunas de las compañías en los que están invertidos reparten dividendos entre sus accionistas. Algunos empresas ofrecen una doble fórmula: el inversor puede cobrar el dividendo en efectivo, lo que sería el dividendo tradicional u optar por recibir más acciones de la compañía, un proceso bautizado como scrip dividend.
Hoy queremos ofrecerte información útil sobre los dividendos y por eso te contamos qué diferencia existe entre ambas fórmulas dándote, además, más detalles sobre cómo funciona el scrip dividend. De esta manera dispondrás de la información necesaria para realizar tu elección.
Continuamos así con la serie de posts para inversores que ya disponen de una cartera de inversión y que se encuentran con un evento corporativo al que han de dar respuesta. Puedes consultar también nuestro artículo sobre qué es un spin-off y cómo afecta a tu cartera.
Como ya te hemos contado en posts anteriores, los dividendos son una parte del beneficio de una compañía que se reparte cada cierto tiempo entre los accionistas de la empresa. Estos días algunas compañías españolas como CaixaBank y Santander publican las fechas en las que realizarán el reparto de rentabilidad por dividendo. Además, estas empresas dejan en manos de sus inversores la elección entre recoger el dividendo en líquido u optar por acumular más acciones de la compañía.
En este artículo te explicamos la diferencia y te damos todos los detalles del scrip dividend para que valores cómo prefieres recoger tus beneficios.
Contenidos
Rentabilidad por dividendo en líquido. ¿Cómo funcionan los dividendos?
Desde Eurekers ya te hemos dado detalles en diversas ocasiones sobre las implicaciones que tiene la recogida de dividendos en líquido. Por eso, hoy queremos darte más detalles sobre qué implica optar por el scrip dividend.
Los scrip dividends son emisiones de acciones realizadas por las compañías para remunerar a los accionistas. La cuestionable rentabilidad por dividendos tradicional final ha hecho que haya tomado fuerza esta nueva fórmula, consistente en recibir más acciones de la compañía en lugar de capital. De esta manera, el operador puede decidir si se queda con las nuevas acciones o las vende y cobra por ellas.
¿Qué hacer como inversor?
Una compañía anuncia que va a realizar un scrip dividend y da a sus inversores unos derechos de suscripción de unos títulos nuevos. En ese momento, el operador tiene dos posibilidades:
- Aceptar los derechos de suscripción y aumentar así el número de acciones que posee de la compañía.
- Vender los derechos de suscripción a cambio de liquidez.
Si optas por esta vía, los derechos pueden ser vendidos de dos maneras:- En el mercado. Ten en cuenta que el precio puede fluctuar y en ocasiones venderse por un precio distinto a su valor nominal.
- A la empresa emisora (de la que se es accionista). En este caso, el precio está determinado.
La elección de una u otra fórmula dependerá de los objetivos de cada inversor.
- Objetivo 1: Puede haber un operador que esté interesado en aumentar su participación en una compañía porque ha analizado que tiene buenas perspectivas.
- Objetivo 2: En cambio, otro operador puede considerar que ya tiene activos suficientes de esa empresa y que prefiere obtener capital para adquirir acciones de otra compañía o para otro objetivo.
El inversor tiene que tener en cuenta, además:
- El momento en el que se encuentre el mercado en el que cotiza la empresa.
- El hecho de que la empresa se pueda sobre-capitalizar con los nuevos títulos. Esto quiere decir que a la compañía puede que no le haga falta el nuevo capital y que, por tanto, nuestra inversión acabe siendo menos eficiente ahí de lo que lo podría ser en otra inversión.
Opción 1: Aceptar las nuevas acciones
Esta opción se plantea como una forma sencilla de aumentar la participación de un inversor en una empresa si así lo desea. Además, el scrip dividend no supone una ganancia patrimonial, según la ley de IRPF y, por tanto, no hay que tributar por él.
Observamos esta opción a través de un ejemplo.
- Un inversor compra, inicialmente, 100 acciones de una compañía invirtiendo un capital total de 1.000€.
- El operador dispone de 100 acciones a 10€ cada una de ellas.
- La compañía anuncia un scrip dividend y calcula cuántos nuevos títulos debe recibir cada inversor.
- El inversor recibe 10 títulos nuevos.
- De esta manera, las acciones bajarán su precio medio de compra de 10€ a 9,09€ (el inversor tenía antes 1.000€ en 100 acciones y ahora tiene 1.000€ en 110 acciones).
Opción 2: Vender las acciones
En España, si el inversor decide vender las acciones debe tener en cuenta los cambios introducidos por la última reforma fiscal. Si el inversor opta por vender los derechos de suscripción, este proceso tributará como ganancia patrimonial y por tanto tendrá una retención del 19%. Pero existe una prórroga que puede ser beneficiosa para el operador: esta retención no se aplicará hasta el 1 de enero de 2017.
Por tanto, se puede considerar que, en términos fiscales, entre 2015 y 2016 esta opción es bastante eficiente porque la reforma fiscal aplaza el pago de impuestos hasta la venta de las acciones de las que proceden los derechos. Además, si los derechos se venden en bolsa, el efecto que tiene sobre las cuentas del inversor es que rebaja el precio de compra de las acciones que este posee.
Podemos ver este extremo con un ejemplo para entenderlo mejor:
- Los beneficios se calcularán sobre un precio de compra de 9,90€ (10 – 0,10 = 9,90).
- Las acciones se compraron a 10 euros
- Los derechos se venden a 0,10 euros.
Es evidente que en este proceso el inversor no recoge dinero líquido y que, por tanto, tendrá que tributar por el scrip dividend cuando venda los activos recibidos. No obstante, retrasar la tributación puede ser interesante para el inversor. También se debe tener en cuenta que, con la última reforma fiscal, se ha quitado la exención por los primeros 1.500€ de dividendos obtenidos.
¿Cuál es la opción más rentable para el inversor?
La metodología de Eurekers no contempla el reparto de dividendos como opción para obtener liquidez. Nuestra estrategia está basada en un método que no contempla los eventos corporativos como oportunidades en la gestión de la cartera. Dado lo interesante que es demostrar los razonamientos con números, vamos a ilustrar un ejemplo totalmente práctico, no sin antes puntualizar que para obtener beneficios utilizando la rentabilidad por dividendo hay que tener en cuenta dos factores:
- La variación del precio después del reparto de dividendos
- La tributación que supone recoger beneficios de una empresa española cuando somos accionistas (suele oscilar entre un 19% para rendimientos inferiores a 6000€ y un 23% para rendimientos superiores a 50.000€).
Juan es un inversor al que le encanta seguir la estrategia de rentabilidad por dividendo de los valores que tiene en su cartera. En el caso que nos ocupa, dispone de 100 títulos de Viscofán. Aquí van los datos:
- El precio de cotización de Viscofán antes del reparto de dividendos es de 56.94€, por tanto la posición de Juan en Viscofán ascenderá a 5694€
- Reparte el 4 de Junio de 2015 un dividendo de 0.73€/acción, por tanto Juan obtendrá 73€ por el reparto de los dividendos
- La tributación de los dividendos será de 14.6€ (el cálculo se ha hecho con un 20% de tributación para ese ejercicio fiscal)
- El precio de cotización después del reparto de dividendos es de 56.21€, por tanto la posición de Juan pasará a valer 5621€ (ojo, sin tener en cuenta los dividendos)
- Si a 5621€ le añadimos 73 y le restamos 14.6, nos queda un total de 5679.4€
- Si comparamos 5680.13€ respecto a 5694€, podremos ver que hemos tenido un beneficio negativo de -0.26%
Así pues, los números hablan y dicen que la estrategia por dividendo nos perjudica por la fiscalidad asociada, en concreto nos hace perder un -0.26%. Así pues, aceptar las nuevas acciones supondría diferir la fiscalidad al momento en que deshagamos la posición en su totalidad.
Una vez tenemos claro este punto, llega el momento de hablar de la tributación de los obtenidos fuera de España
¿Cómo tributan los dividendos obtenidos fuera de España?
Debes saber, para empezar, que los dividendos, sean españoles o extranjeros, están sometidos a retenciones.
En el caso de los obtenidos fuera de España, es necesario fijarse detenidamente en la retención que se le ha aplicado en el país de origen para evitar la doble tributación (la del país donde está la compañía y la del país del inversor).
Por último, profundizamos en cómo debes realizar el proceso para beneficiarte de la deducción por doble imposición internacional y cómo recuperar el porcentaje extra, en caso de que hayas tributado de más. En este caso en algunos supuestos no es suficiente con la Declaración de la Renta y es necesario solicitar la devolución al país de origen de la compañía que ha pagado dividendos. En nuestra Guía de Fiscalidad también encontrarás enlaces a los documentos que necesitarás para realizar esta gestión.
Para que esta gestión te resulte más sencilla, te proponemos también algunos casos, a modo de ejemplo, de tributación de dividendos obtenidos fuera de España. Es muy probable que, si tienes activos extranjeros, sean de una compañía de los Estados Unidos. Por ello, te facilitamos un ejemplo de cómo tributar estos beneficios en la Declaración de la renta de 2014 y en la de 2015, puesto que la última Reforma Fiscal ha introducido algunos cambios.
Tienes también a tu disposición un caso de recogida de dividendos de una compañía alemana así como los documentos para realizar la gestión en otros países.
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Referencias
Diccionario financiero de Eurekers.
Dividendo en Acciones – Wikipedia
Investopedia: Scrip Dividend
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