No son pocas las veces que hemos dicho las razones por las que China tendrá complicado llegar a ser primera potencia mundial, incluso en el largo plazo. Y es que no son pocos los problemas a los que se tendrá que enfrentar en el corto, medio y largo plazo. 

Por ejemplo, en el medio plazo, no sabemos como capeará el temporal que se le vecina con una burbuja inmobiliaria, que sigue representando cerca del 30% del PIB de su economía. Por no hablar de que en el largo plazo, se enfrenta a uno de los mayores desafíos demográficos jamás vistos, el envejecimiento acelerado de su población que se calcula que reducirá la mano de obra en más de 200 millones de efectivos para 2050, lo que afectará gravemente el crecimiento económico.

A todo ello, hay que sumarle el mal occidental, del que ellos también parecen haberse contagiado: el problema de la deuda, que se ha duplicado en menos de 15 años, pasando a representar más de un 75% de su PIB, con inversiones en infraestructuras, como la extensa red de alta velocidad ferroviaria, que se calcula costó más de 900,000 millones de dólares, con resultados económicos que no han cumplido las expectativas

Todo ello, hace pensar que si China, en lugar de ser la nueva EEUU, acabe convirtiéndose en la nueva Japón, que tras dos espléndidas décadas de crecimiento económico (los años 70 y 80), empezó un periodo de estancamiento y recesiones, del que todavía no ha logrado salir. 

Y lo cierto, es que ese es el camino que parece que seguirá el gigante asiático, pero estancamiento, deuda y crisis demográficas a parte, no significa que no pueda llevar el liderazgo en algunos sectores disruptivos de la economía moderna, como ya lo está haciendo. 

Los 3 sectores de liderazgo tecnológico chino

En 2022, China emitió el documento 79, una directiva dirigida a los altos funcionarios que requería reemplazar la tecnología occidental por soluciones tecnológicas locales para el año 2027. Y por supuesto, con controles trimestrales sobre las empresas estatales, obligándoles a reportar su avance hacia este objetivo. 

Y es que este esfuerzo, que se ha convertido en una de las prioridades nacionales, ya está empezando a dar sus frutos. Veámoslo: 

Energía nuclear

Comencemos examinando una tecnología que Occidente abandonó hace muchos años, pero que ahora está resurgiendo: la energía nuclear.

Es conocido que China está llevando a cabo el plan de construcción de centrales nucleares más ambicioso de la historia. Se trata de una inversión que supera los 400,000 millones de dólares, con la cual el país planea construir entre ocho y diez reactores cada año, con el objetivo de superar las 150 centrales nucleares. Este nivel de inversión ha dado lugar a una gran industria alrededor de estas instalaciones, posicionando a China como un líder en tecnología nuclear. 

En consecuencia, empresas como CNNP (601985.SSE) o CGN Power (003816.SSE) están batiendo máximos históricos.

Baterías eléctricas

En primer lugar, destacamos la tecnología de baterías para vehículos eléctricos, donde China se destaca como el mayor productor mundial. De hecho, la principal empresa china, CATL (300750.SSE) en este sector controla más del 50% de la producción global de baterías. 

Y lo cierto, es que a pesar de algunas fluctuaciones, esta compañía ha mostrado un desempeño sólido en la bolsa en los últimos años. Sin embargo, no se trata solo de un productor, sino también de un líder en I+D. No en vano, esta empresa es un referente mundial en el desarrollo de baterías de carga rápida y domina el mercado de baterías de iones de sodio, que son considerablemente más económicas.

Coches eléctricos

Y claro, de las baterías pasamos a la evolución natural: el vehículo eléctrico. 

Y es que en lo que se refiere a los coches eléctricos, este sector está transformando todo. Un ejemplo destacado es BYD (002594.SSE), que no solo es un fabricante crucial de baterías, sino que también se ha posicionado como una de las empresas automovilísticas con mayor proyección a nivel mundial. 

Tanto es así que BYD se ha propuesto el objetivo de comercializar coches eléctricos a partir de $10,000 en el mercado internacional, lo que podría convertir sus vehículos en el equivalente moderno de un coche popular. Y todo esto tiene miras más altas, pues de conseguir dicho objetivo tan ambicioso, convertiría al dragón asiático, por primera vez en su historia, en el mayor exportador mundial de automóviles. 

Y claro, este rápido ascenso ha generado reacciones como la imposición de aranceles del 100% a los coches eléctricos chinos por parte de Estados Unidos -por cierto, al mismo tiempo que te venden la lucha contra el cambio climático-, en un supuesto intento de proteger su industria nacional, especialmente en un contexto preelectoral. Y por cierto, Europa también esta siguiente el ejemplo de Estados Unidos, en materia impositiva de aranceles a los vehículos chinos.

Otras industrias a destacar: naval o drones

Y bueno, podríamos continuar con otros sectores relacionados con la actividad industrial. A día de hoy, China se ha consolidado como una potencia industrial formidable. Un ejemplo claro es su capacidad de construcción naval, que es 200 veces mayor que la de Estados Unidos, lo que se ve reflejado en la relativa buena marcha de empresas como Cosco Shipping (601919.SSE)

El liderazgo de China en el sector de drones es aún más notable. Su mayor fabricante, DJI, controla más del 70% de la producción mundial de drones. Y no se trata solo de drones civiles; la guerra en Ucrania ha demostrado que los drones se están convirtiendo en una herramienta indispensable para los ejércitos y las fuerzas de seguridad. 

No obstante, si invertir en empresas chinas, te puede resultar alg complicado, ya que se requiere de brokers mucho más profesionales, recuerda que siempre tendrás a tu alcance ETFs indexado a sus principales índices, como son los casos de iShares MSCI China UCITS ETF USD Acc (CNYA) o KraneShares CSI China Internet UCITS ETF USD (KWEB), aunque hay que mencionar, que quizás su economía, en términos generales, no está atravesando por su mejor momento, por todo el tema de la crisis inmobiliaria y el problema de la deuda, como para exponerse de forma global. 

En cualquier caso, recuerda que aquellas empresas que tienden a batir máximos históricos, son siempre las que llevan la vanguardia en términos de producción, pero también de innovación, y China no supone una excepción a ello.