Le será de gran ayuda escribir, antes de abrir una posición, como la va a llevar a cabo y especificar todo lo que espera de ella, tanto lo bueno como lo malo.
De esta manera, siempre dispondrá de la hoja de ruta trazada de forma sosegada antes de abrir una posición. Y es que, curiosamente, la actitud de los inversores y su forma de ver un valor cambia significativamente antes y después de haber tomado una posición en un determinado valor y eso podría ser un problema.
Cuando ya estamos dentro de una posición, en caliente, la mente quiere saltarse las normas, acelerar su operativa o añadir nuevas estrategias a la que había definido previamente y puesto en práctica inicialmente. El ego quiere ahora otras normas y puede llegar a cortar las ganancias o dejar correr las pérdidas, justo al contrario de lo que sería adecuado.
En ese momento, debe releer su nota y seguir las instrucciones de la mente que la escribió. Sí, era usted, pero no tenía la misma actitud que en el momento actual. Aquel tenía una actitud relajada, estudiada, una visión amplia del mercado y una estrategia definida. El de ahora tiene unas necesidades diferentes a las iniciales y una actitud, tal vez, impaciente.
En la bolsa no pueden existir actitudes diferentes dependiendo del momento de la operación en el que se encuentre un inversor.