Si ha decidido invertir en bolsa, debe saber que no es recomendable comprar todas las acciones en el mismo momento.
Debe entrar progresivamente en los diferentes valores que quiera adquirir. Es decir, invertir en bolsa un determinado montante, analizar si las cosas van bien y si la respuesta es afirmativa, invertir de nuevo. Así, progresivamente.
Si una de las claves del éxito como inversor es reducir los riesgos al mínimo, debe evitar, en lo posible, el riesgo de comprar mucho en un mismo momento.
Introducir todo el capital en el mismo instante = exponerse a que la operación le cueste una pérdida demasiado grande, si no se hace en el momento adecuado. Se trata, por tanto, de una estrategia muy atrevida y nada recomendable.
Lo vemos con un ejemplo: si un inversor dispone de 10.000€ no debe introducirlos en bolsa de golpe. Lo más lógico sería invertir en 2 o 3 acciones una cantidad de 2.000 o 3.000€. Más tarde, si las cosas van bien porque se ha cogido un buen ciclo, debería buscar otras 2 o 3 acciones y volver a invertir una cantidad igual o similar a la anterior y así progresivamente.
Diversifique los momentos de la entrada e introduzca su capital poco a poco. De esta manera reducirá el riesgo de su cartera significativamente.