Cuando invierta en bolsa, calcule sus resultados de forma porcentual.

Por el tipo de aprendizaje que tenemos inculcado desde que somos niños, es muy frecuente que los inversores que empiezan en bolsa piensen de forma lineal.

Es decir, si compran una acción a 8 euros y luego esa acción sube a 10 euros, lo que ven es que han ganado 2 euros. Y si luego esa misma acción baja de 10 a 8 euros, percibirán que han perdido dos euros.

Sin embargo, en términos de inversión, este pensamiento lineal no nos aporta nada. Los resultados de nuestra inversión tenemos que interpretarlos de manera porcentual.

Así pues, retomando el ejemplo anterior, si la acción que compró a 8 euros sube a 10 euros, la conclusión que ha de sacar como inversor es que ha tenido una ganancia del 25%. Si, después, la acción baja de 10 € a 8 €, la realidad es que habrá perdido un 20%.

Por tanto, es muy importante que asimile este cálculo porcentual para calcular sus rentabilidades reales.

No acuda a una ampliación de capital para invertir en bolsa.

Antes que nada, piense en lo que significa una ampliación de capital.

Es una forma que tienen las empresas de financiarse, emitiendo nuevas acciones o incrementando el valor nominal de las acciones ya existentes.

Entenderá, entonces, que cuando una empresa realiza una ampliación de capital, su economía no está pasando por su mejor momento.

Por tanto, ¿acudir a una ampliación de capital es una buena opción para invertir en bolsa?

Evidentemente, no. Busque empresas a las que les vaya bien y que, además, tengan buenas expectativas de crecimiento futuro.

No le dé tanta importancia al cierre.

Muchos defienden que el cierre es el dato más importante del día, pero mejor póngalo en duda.

Los datos del cierre pueden estar manipulados por los grandes fondos en función de sus intereses.

Por ejemplo, en las cuentas que han de presentar los fondos en el "cierre de trimestre", podría ocurrir que modificaran las cifras al alza para que sus resultados no se vieran perjudicados. Y la misma estrategia podrían utilizar a la inversa.

Algo parecido ocurriría con el cierre del año. Por algo se habla de "rally de final de año".

Por tanto, mire el dato del cierre como un dato más y no como algo trascendental.

Proceda de un modo simple cuando invierta en bolsa.

A la gente le gusta, muchas veces, complicar las cosas a la hora de invertir en bolsa: poner un estocástico, un RSI, mirar los fundamentales, ver el beneficio por acción, comprobar los dividendos, etc.

Pero la realidad es que cuanto más simples haga las cosas, más robustas van a ser.

Al final, tiene que llegar a la simplicidad máxima: si un valor, en el largo plazo, está subiendo, lo normal es que siga subiendo. Y si un valor, en el largo plazo, está bajando, lo más probable es que siga bajando.

Por lo tanto, no se complique con la bolsa y haga siempre las cosas de forma sencilla.

Utilice el indicador que acierta siempre

Algunos inversores creen que han de tener en cuenta numerosos indicadores para tomar decisiones de compra o de venta de un determinado valor.

Estos elementos muy a menudo en lugar de ser útiles acaban dificultando nuestra operativa.

Cuando un operador empieza a introducir medias móviles, estocásticos, macd´s, rsi o cualquier indicador, deja de observar con claridad su operativa.

Les planteo una pregunta ¿si estos elementos son necesarios, cómo podían ser rentables los inversores que operaban hace 50 o 100 años sin ellos?

Un inversor ha de ser capaz de tomar unas reglas válidas, simples y lógicas y seguirlas. Recuerde, además, no inventar cuando esté en medio de una operación, no olvide que la mente, por desgracia, no funciona igual antes y después de abrir una posición y esto puede desestabilizar nuestra cartera.

El precio ha de ser el único indicador que guíe su operativa.

No traduzca el dinero que gana o pierde en bolsa en algo de valor

No debe relacionar nunca el dinero que puede obtener o perder en bolsa con un objeto de valor, por ejemplo, un coche o una casa.

Es decir, no debe realizar la siguiente reflexión: con lo que obtenga de esta operación, tengo para un vehículo X. De esta manera, está pensando en términos de dinero, antes de abrir una determinada posición. Y esto es muy posible que le lleve a perder.

Debe estar siempre seguro de realizar la operación, aunque no esté seguro al 100% de que salga bien.

El día que gane dinero, no piense que es infalible porque la cuestión es que ha ganado, no por saber el futuro, sino por seguir unas reglas.

En la bolsa, debe querer ganar dinero, no tener razón

Hay dos tipos de inversores de bolsa: los que quieren tener razón y los que quieren ganar dinero. Y debemos saber en qué lado queremos estar.

Hay personas que quieren tener razón y, para ello, aguantan acciones que bajan continuamente y las tienen 10 o 15 años, o incluso, acaban regalándolas a sus nietos. Y, por otro lado, estamos los inversores que queremos ganar dinero.

¿Esto qué significa? Aceptamos que nos equivocamos: aceptamos que una acción baje y que nos salte el stop y perder un poco de dinero pero, cuando estamos en una acción buena, dejamos correr los beneficios. En lugar de querer acertar constantemente la dirección en la que se moverán los precios, debe centrarse en su objetivo de inversión: ganar dinero en una serie de operaciones, independientemente de los resultados de una posición puntual.

¿En qué grupo quiere estar: entre los que quieren tener razón o entre los que quieren ganar dinero?

No quiera ser rico mañana mismo

No espere resultados abultados, espere obtener buenos resultados. Warren Buffett ha logrado una rentabilidad media anual del 23%, y le han concedido un puesto entre los hombres más ricos del mundo. Si cree que esa cifra no es mucho, piense que diez mil euros se convertirían al cabo de veinte años en más de seiscientos mil; y si es capaz de hacerlo una década más, se transformarían en más de cinco millones de euros. Por lo tanto, no quiera ser rico mañana mismo.

Tales ganancias se obtienen tras reinvertir los beneficios una y otra vez.

Si se arma de la paciencia necesaria para invertir en bolsa durante años, haga lo correcto; lo demás vendrá por sí solo, pero recuerde siempre que esto no ocurre de un día para otro.

Cuanta menos necesidad de ganar tenemos, más ganamos

Sabemos que esta confianza hace que no tengamos una actitud mental rígida y que podamos operar en bolsa sin aferrarnos ni al lado alcista ni al lado bajista, y lógicamente sin tomarle ningún cariño ni odio a ningún valor.

Esta confianza hará que no pongamos ninguna excusa ante cualquier acontecimiento inesperado. Aunque los resultados en nuestras inversiones no sean los previstos, no buscaremos culpables. El mercado siempre tiene razón, nunca se equivoca. Somos nosotros los que erramos, los equivocados. Y nuestras opiniones o justificaciones no mejorarán los resultados de nuestra cartera de valores.

Confiados en nuestro buen hacer, tenemos una capacidad de adaptación rápida, que nos permite no titubear, ya que reconocemos que además de nuestra opción sobre el mercado de valores (de que suba o de que baje) habrá muchas otras, y sabemos que lo que percibimos puede que no se materialice.

Si algunos ganan en bolsa, usted también puede.

Piense que no hay nada imposible, menos aún en los mercados. Es cierto que ganar en ellos es algo tan complicado que las estadísticas hablan de que entre el 95% y el 98% de los inversores pierde. Pero aún así, hay un porcentaje reducido que ganan.

¿Que es lo que hacen estos inversores que ganan? Averígüelo. Documéntese, lea, y saque sus propias conclusiones. No siga las conclusiones de un amigo, incluso de un inversor en concreto o las mías. Adáptelas a usted y busque a ese ganador que todos llevamos dentro.

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